No me augures el suicidio,
No puedo controlar esa propuesta.
Se quiebra en mi, todo,
Y sangro de mis manos indecisión.
No dejes nunca de celebrar mi muerte,
Porque cuando me vaya, no volveré,
Y entre ríos de oro y bosques de zapan.
Yo estaré bien.
Nunca te arrepientas por haberlo dicho,
Agradece al cielo, que ya salio de ti,
Escapó como navío hacia el naufragio. Escapó de ti.
No pidas perdón por haber errado,
Las palabras hastían como la gota que derramo el vaso,
No pidas perdón por nada,
porque cuando veas ya todo habrá acabado.
Usted suele escribir rimas buenas... esto es un poema
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