¿Para que queremos guitarras?
Si a veces con el silencio es suficiente.
¿Para que queremos poemas?
Si podemos escuchar canciones.
¿Para que queremos las noches?
Si las estrellas se ocultan con el sol.
¿Para que queremos los bosques?
Si las hojas se gastan en contratos
y no en cartas de amor.
¿Para que queremos las cosas?
Si al fin y al cabo
No las vemos y siempre las ignoramos.
¿Para que queremos la lluvia?
si las princesas se cohiben
y los niños se quedan en casa
mirando desde una ventana deseando jugar.
En fin,
¿Para que lo queremos todo?
Si nunca.
Nunca,
Nunca,
Nunca. Lo sabemos disfrutar.
varios versos me recordaron a las tesis del libro que estoy leyendo, memorias del subsuelo de dostoievski.
ResponderEliminarEs una comparación imponente. Gracias.
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