Se acabó la clase

Y la vida se nos va como una clase que termina.
Y se va y se va y se fue y ya no queda juego ¡ya no más!
Y las ansias del silencio se hacen pasta universal
Y las miradas de lo honroso se averguenzan de simular.

Nos vamos pudriendo entre tanto celebrar
Y nos hemos olvidado de la manera de lograr,
La muerte nos llego a mitad de camino
Y  nos rendimos en el animo de quien se va.

Los reflejos de lo interno se dibujan en color y soledad
Y las paredes que se encierran no dejan divisar la verdad.
El horizonte diluido en espirales de vapor
Y las campanas que sonaban empezaron a alternar.

La marcha funebre de lo desconocido
Dejo abierta la puerta y nos mostró su realidad,
La canciones y los pianos ya alguna vez sonaron
Y nosotros nos perdimos en aquel ultimo campanaso.

Y la vida se nos va en un atardecer que se derrite
Y vivimos en una banda electrica circular,
La matrix es nuestro dios y unico pastor
Y con las fachadas la clase ya termino.

Silencio.

Ulcera de Navidad

Aún falta tiempo para las doce
y de manera terminal
las dulces luces del retorno
ya queman con su energía.

El plastico incinera y se derrite
mientras las ampollas se llenan de sangre,
La espera del salvador otra vez se repite
y los suicidios en esta ciudad siguen en aumento.

Gota a gota el plazo se vence
 y la piel flagelada hace ulcera en el alma.
Las soledades se extienden por este cementerio antes verde
y las compañías transfiguran en pesebres.

Los camellos desidratados se ahogaron
en los espejismos del desierto,
el horizonte se pinto muy claro
y al final solo hubo muros y aceras.
Todo gris,
gris frío y pálido.

No quedaron más estrellas,
una a una, apuñaladas, las colgaron en el árbol.
No hay más, ni una sola,
ni siquiera luna, ni siquiera auroras.

Y ahora que solo resta sentarse a esperar,
yo no, yo no estoy devastado.
Yo aquí en mi indiferencia
no abandono la zona de confort
y entre unos murmullos de fe, sé,
que los suicidios siguen aumentando en navidad.

Limbo

Herméticos en este sobre sellado al vacío

Cerramos nuestros ojos hace ya bastante tiempo.

La cláusula del contrato venció y ya no queda nada,

Nada mas en esta prisión hecha de ventanas.

Las nubes, ¡como quisiera meterlas por mi nariz!

Y al reloj y a la tierra y a los sueños también.

Solamente en el vasto espacio de mi soledad

Quisiera resignarme a vivir y no luchar y no andar y no jugar.

 Poner mi piel en frente al abismo y ver el fondo

Y luego no ver nada y no ser nada y volver dentro de mi.

Como quisiera responderte y que me oyeras,

¿Como?,¿ pero como?, si mi pecera es solo para uno.

Me estoy ahogando en tanta libertad,

Tanta luz puede volvernos ciegos.

Herméticos, producidos en masa,

relegados por las apariencias

y entregados al humo que ya no quema

posamos nuestras manos en el vidrio

 y el reflejo nos engaña y nos vende y nos separa.

Tu allí y yo acá, 

sofocandonos en vapor

y gritando en nuestro silencio,

disparando nuestras armas al sol

y entregandonos facilmente 

a la realidad de lo paralelo en una misma ciudad. 

Soy

Soy silencio.
Soy tiempo.
Soy sangre.
Soy tierra.

Soy víctima de un
Pragmatismo inútil en la rutina de la victoria,
prefiero errar, sera más humano,
más nos brinda la pena que la gloria.

Soy costumbres.
Soy instantes.
Soy el reloj.
Soy mi sombra.

El ladrón de mis sueños,
el vendedor de mis turnos,
la víctima de mis crímenes,
el perdedor más astuto.

Soy memorias.
Soy nostalgia.
Soy futuro.
Soy el verbo.

Caigo lento ultimamente,
subasto mi conciencia
Y hago a mi prosa inútil.
Se han dormido las musas,
Se han agotado los medios.

Soy dolores.
Soy trabajo.
Soy insania.
Soy sociedad.

Estos altos muros de hormigón
me hicieron ciego,
me harán ejecutivo
y me harán una lapida con un epitafio insipido.

Soy tiempo,
Soy memoria,
Soy el verbo,
Soy mi sombra.

Ya alguna vez fui el futuro de mis pasos,
Ya alguna vez fui.

ahora simplemente,
soy.

Au Revoir, Marianne

Y  te sigues alejando,

Añejando tu silencio en el profundo

Espiral de esta hoja blanca,

Intercambiando mis recuerdos por alguna

Algarabía barata te sigues alejando,

Perdiendo tu ser en lo eterno de la existencia.

Un adiós no bastó para hacerte quedar,

Y la herida se abre cada vez que te incito a entrar.

Ven, reclama mi voz

cada vez que soy en lo que me  he convertido.

Mis suplicas se vierten en una clepsidra perfecta,

Se van amontonando poco a poco

acelerando el paso del tiempo.

Palabra tras palabra, lentamente, van haciendo poemas.

Y tu.

Te sigues ahogando en mis recuerdos,

Perdiendo de vista nuestras promesas

Y negando mi mano en estas altas mareas.

Te vas, lenta, segura, sin mirar atrás.

Te veo, paso a paso, perdiéndote en la marea,

Haciendo de ti una con el horizonte.

Haciendo de ti, cenizas,

Que yo aún elijo como recordar.

Te vas, roja como un atardecer eterno en la playa,

Prometes con tus huellas dejarme un mapa,

Pero aun así, se que te vas.

Y hago de este mi ultimo vals con tu nombre,
mi compás de 5/4 imposible,
mi armonía final con una ultima flor color nostalgia para tu jardín.

Hasta aqui llegue,
hasta pronto o hasta nunca.
Hasta aqui llegan nuestros caminos.

Au Revoir,
Au revoir Marianne.

Umbrales de Hiel

Los brillantes umbrales que ayer me iluminaron el camino

Hoy no son mas que la disgregada tierra sin memoria de Sábato,

Los umbrales ya hace tiempo cumplieron su horario

Y la ansiosa trompeta que los llamaba sonó otra vez para ahuyentarlos.

Hoy se difuminan en la triste aurora del fuego asesino,

Se esconden tras un velo incinerado de pasión desteñida,

Corren dando tumbos entre sí.

Corren, se difuminan y esconden, lejos de aquí.

Aquellos inmensos umbrales se abrieron ante mi

Hace un tiempo corto,

Pero hoy el olvido lo hace parecer eterno,

Ya no existen, ya no son, nunca fueron.

Porque no hay cicatriz que no sea eterna

Y por tanto comprobable.

Ya ni siquiera sé si fui yo quien empezó a escribir este poema.

Resoplamos el hálito de lo improbable,

Ese olor confundido y repugnante del pasado incierto

Que no escribieron los libros.

Resoplamos la escoria que respiramos,

Y ya nos queda imposible saber

Si aquellos umbrales alguna vez olieron lo hermoso

De esta hiel. 

Bogota 3am

Todo aquello que mis ojos no ven y mi mente ignora, existe sin embargo en un translucido paisaje de irrevocables sucesos y a cualquier hora.

La videncia es solo otra forma de ceguera,

Y los ojos solo una fracción de la existencia.

Vuela como las mujeres de Girondo

La innegable realidad que bajo muros de hormigón acecha.

En la noche, en el día, al atardecer y en la primavera

Vive un mundo oculto bajo la mirada ignorante de una multitud ennegrecida.

Como periódicos que inventan sus noticias

Caminamos sobre certeros planos de colorida aberración

La costumbre es el peor delito y la incompetencia su razón.

Vive, la ciudad mientras muchos duermen, vive, bajo un telón infranqueable de distancias y de amor

Todo aquello que mis paisajes evocan es todo aquello que pretendo obviar.

Los destellos psicorrigidos del alma emigran a lugares que no son fáciles de alcanzar,

Todo lo real es impenetrable y por tanto lo existente coincidencia.

La mirada furtiva de un joven en el mar, 

respira hondamente los secretos que debemos callar

Mundos, traiciones.

Sentidos, imaginaciones.

Todo aquello que mi alma evita es inalcanzable para las interminables fronteras del ser,

Todo aquello, nada.

Todo aquello anhela ser.

Siempre Ahí.

Abro la puerta y espero pacientemente,

Veo las nubes pasar

y siento como mi piel lentamente muere.

Pienso en ti, siempre estas ahí,

Mas sin embargo espero a que llegue mi inquilino,

Abro la puerta y espero pacientemente.

Respiro de un aire color marrón lo egoísta del amor,

El tiempo pasa, las nubes ya no estan mas.

Y yo sigo aquí quieto, buscando, a la deriva.

Abro la puerta para sentir la brisa sobre mi piel,

Y el tiempo ya ha terminando de pasar,

Abro la puerta para dejar al mundo entrar en mi.

Como un velero en lo inmenso del mar

O una flor que transgrede en mariposa

Espero yo, impaciente, al mundo que me creo.

Rasgados impulsos de extasis

Quieres simular que ignoras la causa

De esta eclesiástica motivación destructiva.

Ansioso buscas desertar

Pero te pierdes en reflejos azules de multitud.

Ansioso, te quedas quieto y no dejas de hacer lo que hacías.

Tu conducta estática quiebra las voces murmurantes

Y las convierte en gritos, en rasgados impulsos de éxtasis.

Abandonas tu estado de ineficiencia

Para portar de nuevo esa falsa insignia que te permite

Desatar incendios o callar algunas bocas.

Has vuelto a portar el uniforme y eres de nuevo,

Una vez mas,

Lo que nunca habrías querido ser.

-Inspirado en Las Ménades, Julio Cortazar- 

Miedo

Más alto, quiero escuchar la música hasta  que se me explote la cabeza. Subir el volumen al máximo y destruir mis oídos y quemarme el cerebro, estoy agotado de la rutina y de las convenciones sociales. Mas, mucho mas alto, mucho mas duro, mas intenso, fuerte, dame mas música, mas drogas, mas escapes a lo casual. Entrégame un manual plagado de psicodélica, porque estamos aquí para querer salir, estamos aquí para buscar soluciones a preguntas invisibles que como sombras en la noche a todos nos persiguen pero nadie dice nada por el miedo a la fatal y ridícula exclusión. El miedo a salirse de las líneas y de los parámetros, ese miedo infantil que todos tenemos tatuados en nuestros cerebros y pieles y que aunque queramos pretender indiferencia nos aplasta los sesos cada mañana, cada respiro, cada segundo.

El miedo, que nos vuelve a todos iguales, el miedo es la manera mas efectiva para lograr el control. El miedo a la soledad, el miedo a la muerte y a  no ser aceptados.llevamos mascaras en nuestra alma que hacen que nuestra habilidad para seguir adelante sea siempre la misma, lenta e ineficaz. Mas alto, mas duro, mas intenso, mas musica, mas drogas, mas arte,mas libros, mas poemas, mas teatro, mas actores, mas guerras, mas dolor, caos.

Ruego individualidad, ruego sueños propios y caminos simples y especiales, Realidades alternas, visiones intrínsecas y salidas de lo común. Creación, relación,amor, destrucción.

Siempre el mismo patrón, los mismos caminos, las mismas palabras, las mismas personas y al final siempre lo mismo.

Miedo.

Esa fue la ultima vez que la oí.

Quisiera encender un cigarrillo mientras espero ansioso tu respuesta, muerdo mis uñas y miro el reloj para intentar distraer  esta zozobra que me pesa. Han pasado años desde que te vi esa ultima vez. Respiro tres o cuatro veces antes de oír que alguien toca la puerta, cierro mis ojos, espero que seas tu. Me levanto de mi asiento, miro a mi perro que esta echado en el suelo y tomo aliento para llegar hasta la puerta que no abro hace mas o menos 4 años.  Son 5 pasos los que me separan de mi puerta y son entonces cinco pasos los que recorro lentamente antes que mi mano derecha se funda con el frío metal de la chapa de la puerta. Tomo un poco de aire y trago saliva, aprieto mis puños y giro la chapa hacia un lado, acto seguido mientras mi corazón latía a una velocidad infranqueable halo la puerta hacia mi para encontrarme con aquella imagen que habría de recordar años después sentado en mi sillón.

Al otro lado de la puerta como era de esperarse solo estaba el desamparo desolador de tu ausencia, aún resonaba en el ambiente el eco de tu partida, no estabas.

Una lagrima se derramo por mi mejilla hasta tocar mis labios, sentí su sabor salado mientras cerraba la puerta con infinita tristeza. Otros cinco pasos mas y estaría de nuevo sentado en mi silla, perdido en mi refugio. Aún eran las siete, faltaban todavía varias horas para que me fuera a dormir.

Seguí sentado, y horas después tras interiorizar la resignación me quede dormido ahí mismo, en ese mismo lugar donde había estado, en mi sillón. Al amanecer, sentí un frío terrible y decidí entonces levantarme a preparar café. Debían ser algo así como las 5:40 de la mañana, es la hora en la que siempre me levanto los lunes.

Prepare el café y continúe con mi rutina, procedí a sentarme en el sillón. Algo de esta mañana era diferente, el cuero en el que reposaba mi cuerpo estaba asquerosamente calido, era obvio, había dormido en el sillón la noche anterior.

Pasaron las horas y como siempre, me entregue al pensamiento y caí en cuenta que debía rendirme de una vez por todas, ella no iba a volver, la pelea había acabado. Quizá ni siquiera habían tocado la puerta la noche anterior y solo había sido fruto de mi imaginación. Cedí a la idea de no volver a verte, perdí el pulso y recibí con mis brazos abiertos como quien se creyera Jesús, a la monotonía una vez mas en mi vida.

A la mañana siguiente y las que quedarían del resto de mis días repetí con minuciosidad sicótica la misma rutina, ¡Mierda, si que me hacías falta!.

Una noche, posiblemente varios años después volví a escuchar el martilleo de la puerta, me pregunte por un segundo si serias tu al otro lado del umbral, pero luego recordé aquella vez en que derrame una lagrima. No me moví, no respire y ni siquiera parpadeé hasta que la puerta dejo de sonar.

Esa fue la ultima vez que la oí.

Desenlace

Al fin todo acabo,

Ya no nos que nada mas por decir

Se han cerrado de una vez y por todas

Las puertas y el telón.

Ya no quedo abierta ni una ventana,

Ni siquiera una rendija bajo la puerta,

No cabe ni un pedazo de sol en el alba

Ni un poco de poesía en aquel alma.

Trató de volver por un segundo a inaugurarse,

Pero ese ultimo acorde lo sentencio todo y a todos,

Ese ultimo verso de crucifixión

Por poco casi acaba por engañarnos a los dos.

Ya se han cerrado de una vez y por todas,

Las dos tapas del libro

Y las puertas de aquella catedral.

La campana no volverá  a sublevarse  

Bajo el doloroso golpe de su martillo.

Es una revolución banal, Quizá,

Pero es también una buena forma de marchar.

Un lugar donde aún queda espacio para soñar

Inmerso en una monotonía inútil,

intento escapar de mi

Entregándole mi vida a otro.

Se despliegan ante mi los destellos del alma

Volando hacia un lugar nuevo y completo.

Un lugar donde aún queda espacio para soñar.

Un lugar en el que caminar despacio no es perderse, es encontrar.

Inmóvil como un objeto inanimado

Soy sustraído de mi infame realidad

Y depositado en otra

Que quizás sea mucho peor.

No me rehúso, en realidad es mi voluntad partir.

Disfruto al caminar en tierras nuevas,

Disfruto de su lluvia diferente, como invisible,

Y de sus árboles o asfaltos dependiendo de la ocasión.

Por eso, solo por eso,

No me quejo cuando la espiga del retorno flagela mi piel.

Por eso, solo por eso que no se que es,

Me he rendido ya, ante los pies de una nueva mañana cada día,

Solo por eso sé

Que si me voy definitivamente nunca jamás podría volver.

Lo que nos depara el futuro

Si pudiera saber que me depara el futuro

Estoy seguro que todo perdería el sentido,

Los esperados atardeceres que culminan en lluvia,

Los inesperados besos que se reciben con asombro,

Los hermosos finales de una historia sin retorno.

Si pudiera saber que la ansiedad

Es un desespero primaveral que nos introduce

A un desenlacé fatal,

Creo pues que dormiría mas  horas en la mañana

Sin remorderme cuando despierto después

De las primeras horas de solsticio matinal.

Ah! Si pudiera ser mas que mis vanos limites,

Es que hay tanto que nos aguarda el camino,

Si pudiera ser,

Si tan solo pudiera ser…

Si tan solo me atreviera a usar

la llave que extravíe hace un tiempo

Seguro abriría mi puerta

para dejar entrar al mundo,

Dentro de mi.

Lo que el tiempo se robo

Perdí al fin todas mis esperanzas.

Las olvide en algún bar argentino,

Las deje flotando sobre el río de la plata,

Las abandone, las deje por fin.

Perdí al fin todo mis sueños

Ya no enciende el transistor,

Y mis cigarrillos están mojados.

Poder fatal del tiempo,

Que dueño de todo,

Juega con sus hilos y acaba

Naufragando mi barco de papel.

Mis esperanzas,

Mis sueños

Y el mar,

Son uno, uno mismo

Siempre siendo una sombra

Sobra una pared iluminada.

Mis esperanzas son mi energía y la perdí.

Ojala encienda de nuevo el transistor

Mientras suena la música adecuada,

Ojala encuentre de nuevo todo aquello

Que el tiempo me robo. 

Relámpagos de lucidez abstracta

Se que he cambiado, no soy el mismo que solía ser.

Como una rosa que al viento deja volar su color,

Yo me he dejado llevar por la marea

Insensible y avasallante de la multitud.

Y me he ido yendo como la basura vuela en la calle,

Me he arrastrado en los peores barriales,

Y me he visto en el agua estancada

A la orilla de las aceras.

Pero es que yo, no soy yo,

Soy un vano reflejo de mi antigua sombra sobre el espejo,

Soy una roca roída por la indiferencia,

Soy un éxtasis de atardeceres con lluvia,

Un lienzo con nada o poco pintado en el,

Una mariposa sin alas y sin voluntad,

Un papel con un poema escrito volando a la deriva de la inmensidad.

Y aunque a veces me olvido de quien soy,

de pronto en relámpagos de lucidez abstracta

tomo una guitarra, un esfero o un papel 

y derramo en ellos lo poco que aún queda de mi elixir en extinción,

derramo el humo con olor a viejo 

que cargo en mi y se interpone entre yo y mi verdadero ser.

Inconcluso es la unica palabra que me queda

Siempre he tenido sueños de escapista,

No me basta nunca con solo dos, ojos deseo mas,

Acepto que no esta bien ser ambicioso

Pero hace parte de mi condición.

Supongo que hay algo fuera de los limites de la razón

Que no espera por mi,

 si no algo a lo que le pertenezco sin poderlo controlar.

Creo, supongo que quizá se esconde bajo mi piel

Algo que aún no me atrevo a exteriorizar.

Es que hay algo que no me permite ser completo,

El miedo talvez, debe ser el, el miedo.

Pero igual preferiría no abrir nunca esa puerta,

Porque estoy seguro puede ser un error,           

Quien sabe, ojala que no,

Pero es que si me enfrento con algo de frente solo quiero escapar.

Ese es mi sueño de escapista,

Mi sueño inocente, pero aún así inmenso,

El de nunca haber nacido, para que por pereza,

No tener que nunca haberme ido.

Inconcluso, es la ultima palabra que me... 

Jovialidad, poesía y libertad.

Quisiera hacer de esto un juego.

Seria perfecto y no tendría ningún problema,

Todo siempre triste y colorido como es,

Pero sin tratados para poder actuar.

Escogería mi turno de ultimo,

Por que lo único que tendría para perder

Seria la ficha de mi color predilecto.

Tal vez lanzaría los dados esperando sacar pares,

O talvez no,

Igual que importa si solo es un juego.

Ninguna decisión nos haría morir de hambre.

Habrían días en los que preferiría no jugar,

no seria primordial,

Daria igual,

Seria un juego, nada más.

Los colores y las luces se fundirían en el tablero

Al atardecer,

Y en las noches los grillos cantarían

Haciéndome recordar tu voz.

Jovialidad y libertad serian mis insignias,

Jovialidad,

poesía y

libertad. 

Inanición

En todos mis días, siempre encuentro algo que odiar.

Mentiras falsas y felicidad fútil,

¿Que se yo?

Odio siempre algo todos los días.

Mierda, quien quiere preparar el almuerzo

Si podemos simplemente morirnos

De inanición.

Ah! Siempre tiene todo que ser tan parcial,

Nada es etéreo, todo es cambio.

No lo aguanto, quisiera ser quien fui

Pero ya no deseo saber menos de lo que sé.

Mierda, no quiero preparar el almuerzo.

Hambre,
Poesía,
Odio,

Ganas,

Inanición.