martes, 10 de julio de 2012

Bogota 3am



Todo aquello que mis ojos no ven y mi mente ignora, existe sin embargo en un translucido paisaje de irrevocables sucesos y a cualquier hora.

La videncia es solo otra forma de ceguera,
Y los ojos solo una fracción de la existencia.
Vuela como las mujeres de Girondo
La innegable realidad que bajo muros de hormigón acecha.

En la noche, en el día, al atardecer y en la primavera
Vive un mundo oculto bajo la mirada ignorante de una multitud ennegrecida.

Como periódicos que inventan sus noticias
Caminamos sobre certeros planos de colorida aberración

La costumbre es el peor delito y la incompetencia su razón.
Vive, la ciudad mientras muchos duermen, vive, bajo un telón infranqueable de distancias y de amor

Todo aquello que mis paisajes evocan es todo aquello que pretendo obviar.
Los destellos psicorrigidos del alma emigran a lugares que no son fáciles de alcanzar,
Todo lo real es impenetrable y por tanto lo existente coincidencia.

La mirada furtiva de un joven en el mar, 
respira hondamente los secretos que debemos callar

Mundos, traiciones.
Sentidos, imaginaciones.

Todo aquello que mi alma evita es inalcanzable para las interminables fronteras del ser,
Todo aquello, nada.
Todo aquello anhela ser.

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