domingo, 22 de mayo de 2011

Que lastima

Mi madre preguntó: “ ¿Por qué si en Japón se reconstruyeron en diez días aca no podemos superar el invierno?” Yo le respondí airosamente, Colombia es Colombia y Japón es Japón.

No hablé mas porque mi padre volteo a mirarme con cara indignada. Pero interiormente, me sentía descontento, me sentía también indignado, pero no con mi padre, sino con mi país.

Como es posible comparar Japón con Colombia, cuando en Colombia no existe la conciencia del bien común por parte de clase política, En Colombia se busca ser político para robar, solo robar. No digo que en Japón no exista la corrupción ni mucho menos, pero si me atrevería a denunciar que en Colombia la gente se queja pero no se da cuenta del país en el que vive. Colombia si es hermoso tiene unos paisajes envidiables pero…

Si nos damos cuenta, en Colombia el año pasado fueron robados alrededor de 2,4 billones de pesos en el sector de la salud. Esto me genera asco, ¿Cómo es posible que ladrones controlen el país?

Que mentira tan grande, Si solo en un año se robaron 2,4 billones de pesos en un solo sector controlado por el gobierno, como se puede comparar con Japón. Si, estamos jodidos, el invierno no cesa, pero en un principio, no se tiene la infraestructura necesaria para afrontar un desastre como el que vivimos. Si aparte no tomar la medidas de precaución le sumamos robos y escándalos políticos que no mencionare, entonces ni siquiera nos podemos comparar con Japón, una de las potencias mundiales, que aunque, si sufre de corrupción, por lo menos cuenta con las medidas necesaria para afrontar una situación de extremo peligro.

Que pena un país en el que la gente se queja pero no se da cuenta que sus votos, y sus acciones inconcientes no aportan al mejorar de el país que amo. Que lastima.

Solo se trata de ir mas allá pensar un poco mas. No me gusta la política me genera asco, no creo que vuelva a escribir de política en mucho tiempo, sin embargo no estoy exento a mis impulsos.

Gracias.

Percepción

Solo escucho, estoy sentado en el computador mientras escucho.

-Oigo el sonido de los carros en la calle y el reloj suena lenta y constantemente.
-Oigo mis dedos en el teclado y el viento que choca con los edificios, suelo pensar que es el sonido de los fantasmas.
-Trato de no hacerlo pero escucho mi respiración, escucho a mi mente, escucho lo que soy.
- Escucho las nubes, la luna, y a la noche, pero tanta paz, para mi tiene sonido de amanecer.

De pronto, derepente, el sonido del televisor se enciende, suena un televisor, mi paz se ve turbada y siento nauseas, siento que el silencio debería durar mas. Ahora suena una moto, luego el pito de un carro, mis dedos tecleando, el computador leyendo un disco de jazz. No quiero escuchar música, no quiero en realidad producir sonido alguno, ya que encuentro bastante perturbador y narcótico el sonido de la ciudad.

La ciudad, es como una orquesta de sonidos imponentes, que dependiendo de la hora define sus movimientos. Ahora pienso, que tal una obra de 24 movimientos , 24 movimientos simples y complejos, Profundos y banales.

- Oigo al televisor, de nuevo me hace querer llorar
- Oigo el ronquido de lo que podría ser una maquina de transporte
- Oigo la depresión de la estática perturbada de el asiento en el que oigo a la ciudad.
- Oigo ahora a John Coltrane y pienso en que probablemente no lo estuviera escuchando sin que mi amigo, me lo hubiera enseñado. A Coltrane por supuesto.

Que extraña contradicción quise disfrutar de una sordidez generada por mi, pero la interrumpí haciendo lo que no quería hacer. Escucho ahora música, y no a la ciudad, escucho música y la ciudad no se atreve a colarse entre mis oídos, creo que debo hacer silencio de lo contrario estaré turbando la realidad de un yo que fue y ahora no es.

- Ahora Coltrane, Luego Silencio
- Ahora silencio, luego Coltrane


Nunca he escuchado mucho jazz, pero ahora lo estoy intentando, percepción. Amigo, querido amigo.

-Gracias-

jueves, 19 de mayo de 2011

Una silla, un verso y un malsano truco de magia

Intentando matar al futuro decidió suicidarse, Su carta dictaba así " mató al presente, pero la existencia no se vera interrumpida". Nos dio muy duro, debo decir que aun no supero su trágica muerte, pero no lo puedo negar, siempre fue diferente, siempre aislado del mundo como un hombre en una cueva, siempre en una simpleza admirable.

Prefiero el silencio, solía decir, prefiero callar y no ser escuchado. Tenia un libro de poemas, lo encontré bajo su cama, al parecer era lo que único que tenia, nada mas que un libro de poemas en el que sangro su existencia.

“Nunca soy el mismo”, decía, “nunca soy el mismo”. Hablaba siempre de algo tan extraño como real, decía que la inmediatez del presente era lo único existía, y que mediante los minutos pasaban el dejaba de existir, que el era un mero reflejo de la existencia deprimida y cambiante que no sabemos observar.

Nos odiaba, no soportaba vernos tan felices, tan a gusto, tan ingenuos de nuestro propio vivir, no lo soportaba. Le parecíamos ridículos, pero aun así éramos su familia, éramos el, aunque no existiera, éramos todo mientras en realidad para el no éramos nada.

Una silla, un cuarto vacío una cuerda y un cuerpo colgado, nada más, nada menos, el cuarto parecía una trágica pintura de Goya, el cuarto vacío incambiable,dejado, abandonado, su cuarto.

Vivió su vida, en una absurda desilusión, en un fango de amargura, era un cactus en mitad de la ciudad, era un espejo en la oscuridad, era un ser cuyo sentido no existía. Siempre tuvo clara una cosa, y era que aunque muriera, nunca dejaría de existir, por que jamás existió, jamás fue el, jamás fue “yo” .

Una silla en el suelo, un cuerpo flotando de una cuerda, un libro de poemas y silencio, silencio, silencio, como el siempre lo había deseado, silencio. Nunca existió ni dejo de existir, era un triste reflejo en el agua evaporada, era una simple escultura en el libro de la ausencia, un poema maldito hecho de flores marchitas que nunca nacieron.
“Mentira e ilusión,
todo es una malsano truco de magia que nadie ejecuto.
Reflejos en la oscuridad,
destellos de insanidad,
un malsano truco de magia,
magia, que nunca jamás existió”

-Existencia-