sábado, 18 de junio de 2011

Todo acaba para volver a empezar

Te veo al otro lado de la habitación mientras interpretas la guitarra con esa mística que te caracteriza. Eres tan sutil pero determinante, eres música.

Hago silencio. pretendo ser un mueble en tu sala. un mueble siempre observando, siempre escuchando, siempre siendo acariciado por tu notas.

Interpretas una pieza desconocida para mi, luego ese antiguo blues que le dedicas a tu hija. Ahora dejaste de tocar, terminaste. Justo cuando te detienes vuelves a empezar, La música es tu droga, cada vez que te detienes la empiezas a extrañar.

Confieso que me costó empezar a escribir, no quería ser interrumpido, no quería que preguntaras: “¿Qué haces? y no lo hiciste, seguiste con tu sutileza acariciando tu casa con la calidez de tu armonía, supongo que tampoco querías ser molestado.

Escuchar cantar a tu guitarra siempre me transforma, Me convierte en un pino de desierto, Me convierte en un sueño flotando en medio una ciudad. Siendo sueño y siendo pino, siempre guardo la esperanza de poder llegar al agua o a la tranquilidad que representa el sonido de tu guitarra al cantar.

Luego te detienes, y esta vez si va a durar. Te quedas callado un rato escuchando el simple silencio de la sala en la que estas. El silencio se rompe y es entonces cuando empiezas a hablar, es entonces cuando lo dices, dices esa palabra en una discreta erudición. Ahora todo es mas simple, tus palabras paralizaron nuestra atmosfera y ahora vuelan mas tranquilas. No fue mucho lo que dijiste, pero como con tu guitarra, lo que dices lo dices bien. Todo acaba como siempre, dices la ultima palabra, la palabra que encierra tu realidad. “Jazz”

jueves, 16 de junio de 2011

Todo indicaba que no llevaba mis zapatos puestos

Estaba estudiando, tenia examen al día siguiente. Estaba sentado en una silla de cuero leyendo y subrayando lo importante. Afuera, al otro lado del silencio, al otro lado de mi ventana, allá en ese mundo inhóspito y repugnante que nos pintan, allá, sonó una explosión.

Fue un sonido estruendoso, casi como el de un trueno. En realidad creí que había sido uno. Lo ignore, seguí trabajando y mi mundo volvió a aislarse del de los demás.

Seguí subrayando y haciendo mis cosas hasta que escuche el grito de un hombre acompañado de la sirena una ambulancia y al fondo el sonido de un hombre con lo que creo debía ser un megáfono, El hombre pedía calma.

Este escándalo causo en mi una intensa curiosidad. Así que arroje mis papeles de la mesa en un impulso carente de sentido y me asome a la ventana.

La vista al otro lado del cristal era espantosa y acelerada, en fin, caótica. Afuera todo se bañaba con los epilépticos colores de las sirenas de ambulancia, afuera la gente corría hacia todos lados, corría escapando de un destino que no sabían por donde los atacaría.

Luego, ¡BUM! todo el caos se multiplico por dos. La gente siguió corriendo pero derepente un hombre desplegó un grito agónico. Todos, cobardes, lo miraban aterrorizados y se alejaban de el. El hombre mientras tanto, se retorcía en el suelo como un insecto al que acaban de aplastar. El hombre gemía entre su charco de sangre, la gente se alejaba de el.

De nuevo el hombre agonizante gritó. Lo miré desde mi ventana y sentí escalofríos por todo mi cuerpo, sentí una convulsión diminuta, sentí que debía ayudar a aquel hombre. Antes de salir mire por la ventana una ultima ve vez, me di cuenta que el hombre que estaba sufriendo, no llevaba zapatos.

Salí corriendo sin tomar ninguna precaución al respecto. No estoy seguro si cerré mi puerta o no. Bajé las escaleras a toda prisa, no tome el ascensor porque se demoraría demasiado. Me percate que el piso estaba frío cuando iba por el 2do piso.

Cuando llegue al primer piso, mire al portero y le dije que me abriera, se lo ordene con tiranía. La angustia cancela todo tipo de cortesías. Me dijo, que no me iba a abrir, así que le grite bruscamente que me abriera. Sé que cualquiera que me hubiera visto en esta situación hubiera pensado que estaba loco, un hombre en la noche, gritando en su portería insultos, sin duda es fácil de juzgar. Después de varios gritos, el portero intentando contener su ira, se dirigió a mi diciendo que podía ser peligroso, que acababan de estallar dos bombas a dos cuadras de distancia. Le dije que no me importaba, que justamente por eso tenia que salir. El portero abrió, y yo salí corriendo a toda prisa.

El suelo en la calle estaba mojado, lo pude notar mientras corría. Daba pasos acelerados sin mirar al suelo, casi me caigo un par de veces. Finalmente, empecé a escuchar el caos cada vez mas fuerte en mi cabeza, empecé a ver el reflejo de las sirenas en mi cara. Seguí corriendo, hasta que llegue al parque donde todos corrían escapando su destino.

Al intentar entrar al lugar de la explosión, un policía me detuvo y me pregunto gritando: “¿que si estaba loco?, que había posibilidad que estallara otra bomba.” Yo le grite: “como no están ayudando al señor que agoniza en el suelo.”El policía me miro extrañado y me dijo: “ Afortunadamente no ha habido heridos, no se usted de que me esta hablando.” Corrí, me escape del policía y escuche voces que decían:
“ Esta loco, Esta loco.” Seguí corriendo en busca del hombre, No vi nada.

De repente ¡BUM! Ahora era yo quien gritaba agónicamente, ahora era yo quien se retorcía como un escarabajo, ahora era yo el que veía pasar a las personas corriendo a mi alrededor . Grite de dolor mientras sentía una extraña viscosidad en mis pies, Asumí que era mi sangre. Empezó a caer una pequeña llovizna, me empecé a retorcer del frío y del dolor, Mis pies se congelaban, Ya casi no los podía sentir. Todo indicaba que no llevaba mis zapatos puestos.

Fin.

jueves, 9 de junio de 2011

Metamorfoseando en la eternidad

Somos criaturas en constante cambio. Lo dice Keane: everybody is changing. Somos Orugas intentando volar, somos cambio. No existe el presente. Somos los momentos y los momentos son eternos. Nunca hemos existido y nunca dejaremos de existir, porque somos el pasado, el presente y el futuro. Flotamos en una bola de cristal, Somos el eco repetitivo de la historia en un valle sin fin, somos todo, y todos somos uno al mismo tiempo.

Somos una historia sin principio ni final. Al fin y al cabo así es la eternidad, Algo que siempre ha existido, algo sin principio ni final.

Estoy en un estado de trance celestial, la vida se me revela en la soledad. Este texto no es mas que una síntesis de momentos eternos que se han sabido encontrar conmigo en el instante adecuado. Somos un eterno efecto domino una reacción en cadena que destruye el yo. Vivimos en una constante línea de coincidencias. “Yo, Nosotros”

Ni oruga ni mariposa, las dos. Soy el proceso que nunca empieza y nunca termina porque soy solo una diminuta parte del camino que fluye en esta eterna reacción. Estoy cambiando, creciendo, envejeciendo y muriendo. Y por mas ridículo que parezca, en el proceso me he dado cuenta que no debo desafiar al tiempo, me he dado cuenta que el tiempo es Dios, y que Dios soy yo.

Gracias realidad, por la hermosa revelación en soledad. Supongo que en algún momento tenía que presentarse, llego la hora, el ciclo que no se cierra, empezó.

Ya no sé si yo, ya no se si tu. No es tiempo de dudar, Somos los dos. No existe la dualidad. La vida es una a una en sus diminutas partículas, una metáfora de la existencia completa e infinita a la que pertenecemos.Balance.

Parece mentira, pero por un momento creí ser la verdad, creí que éramos la verdad. Todo es eterno, y el camino sigue. Nada es mentira, Todo es realidad.

Gracias Otra vez.

-Jai guru deva om-