Todo parece ser tan infinito cuando las imágenes van más allá de mis ojos, Todo es tan triste, tan oscuro, en fin, infinito. Miro el reloj y me digo, mierda, Llevo tres horas sentado mirando el vacío, he perdido mi tiempo, luego pienso en lo desesperado que estoy y en la recurrencia de mi único pensamiento, el suicidio.
Sigo sentado esperando aquel impulso que me hace falta para dejar de perder mi tiempo, pero justo en el momento en el que decido levantarme, muerdo mis uñas, mi mente se aleja de mi objetivo, y ahora estoy jurándole al destino que nunca jamás volveré a morder mis uñas.
El tiempo pasa muy rápido, cada segundo quema mi vida, cada segundo en el que sigo aquí sentado estoy perdiendo mi tiempo, me estoy quedando viejo en la monotonía, me estoy acelerando a mi estado inútil, a mi estado final.
La navaja que esta en mi mesa de noche me hace imaginar que muy fácilmente, en un segundo se puede cambiar al destino, me hace imaginar, que muy fácilmente, con un corte vertical en mis venas, dejaría de existir para siempre y al mismo tiempo nacería en la eternidad. Que simple que es todo, que simple que es la vida. Con solo un corte podría botar mis 17 años a la basura, con solo un maldito y desgraciado corte vertical en mis venas. Un chorro de sangre saldría y luego seria demasiado tarde para cualquiera que se encontrara con mi cuerpo en el suelo para salvar mi vida. Es fácil, lo pienso de nuevo y ahora toca mi madre la puerta.
Mi madre me dice que salga, que tengo que ir a cenar, respondo inmediatamente que ya voy, y en siete segundos me levanto, abro mi puerta y me dirijo hacia el comedor.
Me siento en mi puesto convencional, hay pasta, mi padre me mira a los ojos y me dice: “ ¿has hecho tus tareas ya Daniel?” le respondo que no, que no las Hare nunca. Mi padre me mira de nuevo y yo me arrepiento por haberlo desafiado así, sin embargo solo me sigue mirando y me dice: “ es tu decisión, Al fin y al cabo es tu vida y no la mía.”
Empezamos a comer y mi madre hace un ademán para bendecir la comida, mi padre la detiene y señala a mis dos hermanos que están peleando, luego se saca la correa y llama a Antonio con una voz gruesa y digna de un padre. Antonio se voltea, y mi padre le dice: “Piénsalo bien antes de hacer algo que no quieres.”
Antonio se comporta indiferente, y sigue golpeando a Andrés que llora. Cae una gota de sangre al suelo, y Andrés corre hacia su habitación, Antonio por el otro lado, se siente castigado por la culpa, y va a consolar a su hermano.
La sangre se quedo quieta en el suelo, nadie la limpio y nosotros continuamos comiendo. Otra vez esa maldita idea, otra vez la idea del suicidio, lo pensé, sería tan simple, es como la sangre derramada en el suelo que es ignorada por todos. A nadie le importaría.
Termine de comer, entre en mi cuarto y me senté de nuevo en la misma posición.
Me levante, y tome en mis manos, la cuchilla que estaba en mi mesa de noche. Lo pensé poco tiempo y luego me di cuenta que no valdría la pena.
Me di cuenta, que todos lo ignorarían, que no soy tan importante como para cambiar al mundo con mi muerte, al fin y al cabo miles de personas mueren cada día y a nadie le importa. ¿Mis amigos? ¿Mi familia? Les dolería, pero no seria mas que eso, después de un tiempo tendrían que dejarlo, Tampoco quisiera que mi muerte causara un gran escándalo.
Sin embargo, de un momento a otro, lo hice, use la puta cuchilla que estaba templando entre mis manos, me rape. Me corté el pelo a ras, probablemente era lo que necesitaba para llamar la atención. Cabe mencionar, que siempre había tenido mi pelo largo, ahora corto, sería una gran diferencia. El pelo en el suelo regado por todas partes, significo mucho para mi.
Salí, de mi habitación, estaba mi madre afuera, Y fue como si no existiera cambio alguno, Me dijo que hiciera mis tareas y siguió adelante, parece que no le importo.
Al otro día fui al colegio, y cuando llegue, nada paso, nadie le dio importancia. Creo que nada vale la pena, simplemente soy insignificante, todos lo somos. Y las personas que han cambiado al mundo, lo han hecho, solo por que se han encontrado con la suerte en sus caras, nada mas. En fin, esta carta de suicidio, es hecha como un llamado hacia el despertar humano, es una llamado para que las personas dejemos la indiferencia, por que si bien se que mi vida no vale nada, y que mi muerte no causara nada raro, también se, que lo único que me queda por decir, es que la indiferencia es el peor delito, la indeferencia fue mi asesina.
Gracias, al silencio, que siempre me escucho. -Daniel-
martes, 5 de julio de 2011
Un poema como este.
Un poema como este,
Vale mas que el silencio de tu ausencia,
Vale mas, que el recuerdo de mis sueños
Un poema como este, vale la vida y el silencio.
Un poema como este,
Es tan grande como tu alma,
Pero tan pequeño como mi corazón
Incapaz de alojarla.
Un poema como este, es en fin,
Una carta de amor desesperada,
Una carta al cimiento que pide a gritos mi mente
Para poder sostenerse.
Un poema como este,
Un poema simple, sincero
E indeleble.
Un poema como este, nunca podré terminar.
Porque se que eres sin ser, y se que te necesito
Aunque no te sepa ver.
Vale mas que el silencio de tu ausencia,
Vale mas, que el recuerdo de mis sueños
Un poema como este, vale la vida y el silencio.
Un poema como este,
Es tan grande como tu alma,
Pero tan pequeño como mi corazón
Incapaz de alojarla.
Un poema como este, es en fin,
Una carta de amor desesperada,
Una carta al cimiento que pide a gritos mi mente
Para poder sostenerse.
Un poema como este,
Un poema simple, sincero
E indeleble.
Un poema como este, nunca podré terminar.
Porque se que eres sin ser, y se que te necesito
Aunque no te sepa ver.
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